sábado, 24 de agosto de 2013

Libros y películas

Desde hace un año me he estado formando el hábito de la lectura de novelas. Ha sido reconfortante y me da gusto que en un año ya llegué a leer alrededor de 7 libros y los que me faltan. Cada día voy agregando títulos a mi lista de "próximos a leer". 

Además de que me he dado el tiempo de leer, he dedicado mis tardes a ver películas, uno de mis pasatiempos favoritos. Y he tratado de que si la novela que leí ha sido llevada a la pantalla grande, verla. No para comparar, más bien para ver como se imaginaron ellos la historia.

Mucha gente siempre dice: es que el libro es mejor que la película. Son 2 géneros diferentes y que no podemos comparar y que no debemos. En los libros nos cuentan toda la historia con detalles y nos describen a los personajes a la perfección. Además, de que todos nos imaginamos de una manera u otra como son físicamente los personajes y escenarios. Una película no puede tratar toda la historia a detalle por el factor tiempo, a parte que lo que vemos es la visión e imaginación del director y nunca será igual a la nuestra. 

Claro que hay películas basadas en libros que decepcionan pero tal vez es por la idea pre concebida que tenemos de la historia y sus protagonistas. 

Por ejemplo, hace poco terminé de leer "El perfume" e inmediatamente vi la película. Esta última suprime muchos detalles y me pareció bien, ya que esas partes que no contaron la verdad no eran tan relevantes.

Algo que tengo que reconocer es que la fotografía de la cinta es genial y para los que no han leído el libro, me parece bien que tengan algo de referencia para conocer la historia. 

Igual me pasó con Desayuno en Tiffany, la cinta está basada en el libro, pero cambian mucho a la protagonista. Y es que Truman escribió su novela, pensando que si alguna vez era llevada al cine deseaba que el protagónico fuera para Marilyn Monroe. 



En el libro es una prostituta cara (aunque nunca nos lo digan con esas palabras, lo manejan sutilmente) y en la película nunca definen si se dedica a eso o no. Algo que considero un acierto, porque si la protagonista hubiera sido tal cual la describe Capote en su novela, no se hubiera convertido en el icono que es. Claro también tiene mucho que ver Audrey Hepburn, quien le dio ese toque de inocencia y coquetería que han convertido la película en un clásico. 


Claro que así como estás 2 películas me parecen buenas adaptaciones libres de las novelas, hay otras que fallaron. Por ejemplo 1984, la historia es complicada y en el libro hay capítulos enteros dedicados a explicar la forma de gobierno de El gran hermano, la disminución de palabras en el lenguaje, la forma en que estaban divididos los ministerios. 

Algo que en una cinta de 2 horas no es posible ahondar. La película llega a ser aburrida y si no tienes la referencia del libro no comprenderías muchas cosas.

Así que yo recomiendo que lean y que cuando se encuentren una cinta basada en un libro, véanla con la mente abierta y sin ser tan severos. 


lunes, 5 de agosto de 2013

La convivencia y el celular

La tecnología y el internet son el pan de cada día para la mayoría de personas. Con esto de los nuevos teléfonos inteligentes es cada vez más común que las personas gasten una buena cantidad de tiempo con su celular en mano, incluso cuando manejan, sin importarles poner en riesgo su vida o la de los demás. 

Hace algunos años me tocó ir en carretera con unos compañeros de la empresa para la que laboraba y de repente me dio un ataque de pánico cuando me percaté que el chico que venía manejando estaba enviando mensajes de texto por celular. No podía creerlo, le pedí que si por favor podía dejar el teléfono a un lado y tomar el volante porque me estaba poniendo muy nerviosa. 

Lo hizo unos minutos pero luego continuó enviando mensajes y manejando, afortunadamente llegamos sanos y salvos a nuestro destino, pero no puedo creer que haya personas tan desconsideradas y que no midan el peligro. Por venir tan inmersos en una actividad pueden descuidar otra y más cuando vas a una velocidad alta y en carretera. Pero desafortunadamente no fue el único compañero con el que me tocó viajar y que hiciera lo mismo. Sé que eran personas ocupadas pero creo que no es conveniente usar el celular al manejar, es un poco peligroso y arriesgado. Pero como dicen, nadie experimenta en cabeza ajena. 

Pero lo que más me molesta de esa gente que no suelta el celular son aquellas que cuando están en alguna reunión, en lugar de platicar con las personas que ahí se encuentran, están más atentos a su teléfono. Es algo tan descortés.

El fin de semana mi marido y yo invitamos a mis padres a cenar y una de mis hermanas también asistió a la reunión. Mientras convivíamos vi que mi hermana no soltaba su celular, así que le pedí que lo hiciera a un lado y comiera y me contesto: puedo hacer las 2 cosas. Como no tenía ganas de discutir la ignoré, pero me pareció algo tan grosero, está bien que haya confianza pero no por eso vas a estar haciendo otras cosas mientras los demás estamos platicando. Es igual que la descortesía de secretearse en público, así lo veo yo. 

Pero mi hermana no solo estuvo así con su celular. Al día siguiente estuvimos viendo películas y en algunas ocasiones ella estuvo checando algo en su telefonito. Algo que también me pareció mal. No le dije nada, pero a la mañana siguiente mientras yo preparaba el desayuno de mi esposo, ella seguía con el celular y jamás fue para ayudarme o algo, vio que terminé de servir y se sentó. Ok, mi hermana es un poco floja pero eso es otro tema, a lo que voy es que en casi 3 días seguidos que la ví, nunca soltó el celular, estuvimos más personas y platicando y ella estaba solo con su aparato en mano. 



Ahora ella no es la única, tengo amigos y conocidos que cuando estamos tomando un café o otros sitios hacen lo mismo, están más al pendiente de su celular que de los demás.

Creo que por unos minutos que no utilicemos el celular, el mundo no se va a acabar. Seamos educados y corteses y cuando estemos en un café,  reunión o comida, guardemos el celular en la bolsa y disfrutemos la convivencia. Porque en verdad es molesto, esa gente que tiene la maña de estar usando el teléfono en reuniones lo único que nos hacen pensar: la plática es aburrida o que no desean estar ahí. Así que intentemos desconectarnos. 



A donde vamos a parar si seguimos así? Esta foto que encontré la red, estas chicas están más al pendiente de su teléfono que de ellas que están reunidas y que podrían gozar de un cafecito y una buena charla en persona. 

domingo, 4 de agosto de 2013

Las apariencias engañan

Hace unas semanas en el Aeropuerto de Monterrey, N.L., mientras esperaba abordar un avión con destino al DF. Se sentó delante de mí un señor de unos 60 años aproximadamente. Impecablemente vestido con un traje sastre oscuro, zapatos boleados y un maletín de piel y que parecía caro.  Para matar el tiempo o tal vez avanzar en su trabajo sacó un i pad. El hombre daba la apariencia de ser un ejecutivo.

Dirán que fui demasiado observadora o criticona, pero aunque normalmente me pasa de largo como va la gente vestida, no sé porque me llamó la atención este individuo. No era guapo, tampoco feo, ya estaba bastante grande y un poco calvo y canoso. Tal vez lo que me llamó la atención era que se veía muy bien vestido y limpio. Pero como faltaba mucho para abordar mejor continué la lectura de mi libro (El perfume).

De repente levanté la vista y oh sorpresa, el señor estaba picándose la nariz muy a gusto. No se apenó ni se detuvo cuando más de uno le clavo los ojos. Al sacar su dedo de la nariz, ni siquiera lo limpió, lo deslizó sobre la pantalla de su i pad. Me dio mucho asco, no podía creer que alguien que aparentaba ser tan limpio estuviera siendo tan sucio.

No lo hizo una sola vez, fueron varias ocasiones que metió su dedo a la nariz y luego lo deslizaba por su i pad. Lo que me hizo pensar, o el señor no tenía pena alguna o simplemente necesitaba de sus mocos para poder deslizar bien su dedo.

Fue en ese momento que recordé la frase de "Las apariencias engañan" y vaya que sí. Digo es común encontrarse a los niños picándose la nariz en público pero a un adulto no. Así que no nos dejemos llevar por las apariencias, siempre nos llevamos sorpresas.