Nunca me ha gustado hacer fila para realizar pagos o solicitar
algún servicio. Es que eso de estar de pie por un tiempo prolongado es cansado.
A parte algunas veces la gente que llega después de ti se pega demasiado que
invaden el espacio personal. ¿Por qué hacen eso? Tal vez piensan que entre
más se peguen, más avanzan y más pronto serán atendidos. Es normal que luego de
varios minutos de pie en una fila uno se desespera, pero a mí lo que me molesta
es la invasión de espacio. No es nada agradable el tener a un desconocido tan
cerca.
Hace unos días tuve que formarme en una
fila en la cual estuve esperando atención cerca de 45 minutos. El señor de
atrás, de unos 55 años aproximadamente, cada que avanzábamos daba zancadas y no
dejaba ni 2 centímetros de separación, me estaba pisando los talones. Entiendo
que todos ya estábamos cansados y lo que más deseábamos era ser atendidos e
irnos. Yo hacía esfuerzos para no enojarme y decirle que se hiciera más atrás.
Lo que hacía era que cada que la fila avanzaba yo apenas daba un paso milimétrico.
Eso hacía que el pobre desesperado ya no se moviera. A parte, gracias a mi
bolsa de mano, que está un poco grande, logre hacer la separación entre ambos
más distante. Pero como el señor estaba desesperado por ser atendido, cuando
llegué finalmente a la ventanilla, se puso a un lado mío, como un padre que
acompaña a un familiar a hacer un trámite. Si algo me molesta aún más que haber
hecho una fila de varios minutos, fue que mientras realizaba mi pago de
servicio, tenía encima a un desconocido que casi metía su nariz en mi bolso mientras
yo sacaba el dinero.
Creo que todos debemos respetar el espacio personal de cada
individuo para que así respeten el nuestro. Tal vez sueno exagerada, pero les
repito, no es agradable tener tan cerca a un desconocido. Pero ni modo, por
desgracia hay que hacer filas para todo, banco, supermercado, al pagar el agua,
etc. Así que solo me queda no desesperarme.