miércoles, 12 de agosto de 2015

Magnolias de Acero

"Prefiero tener solo media hora de felicidad que toda una vida sin nada especial..." Shelby Eatenton Latcherie en "Magnolias de acero".

Como lo he dicho antes, he buscado muchas cosas para superar mi duelo. Mi refugio, la lectura, pero también las películas. Las cuales muchas veces me ayudan a llorar, a desahogarme y sacar todo ese dolor que me esta quemando por dentro.

Hace unos días vi "Magnolias de acero", la cual recordaba vagamente ya que la había visto hace muchísimos años. Mis recuerdos insistían en que la enfermedad que padecía el personaje de Julia Roberts, era cáncer, pero vaya equivocación. Resulta que era diabetes tipo 1...



A penas en la primer alusión a la enfermedad recordé tantos episodios vividos con mi marido y las lágrimas brotaron. Conforme avanzó la historia los recuerdos aparecieron, pero los malos, los del dolor y sufrimiento que él tuvo con su diabetes. Al final de la cinta, no podía dejar de llorar. Ha sido la película que más lágrimas me ha hecho derramar.

La frase que aparece al inicio de esta entrada me recuerda lo que decía mi esposo cuando le pedían que se cuidara, que siguiera una dieta, el respondía: Moriré joven y no quiero privarme de nada.

Sí, era un hecho de que iba a morir joven pero sus descuidos hicieron que se fuera muy pronto. Realmente pensé que iba a vivir un poco más. La diabetes es una enfermedad silenciosa que poco a poco va acabando con la persona. Muchas veces reaccionamos cuando ya hay un daño generado por el azúcar alta, cuando ya es muy tarde. 

En cuanto a la cinta, es un clásico de los 80´s, que reunió a un excelente actrices, Julia Roberts, Sally Field, Shirley MacLaine, Olimpia Dukakis, Dolly Parton y Daryl Hannah.