Ayer fue uno de los peores días de mi vida. Mi pequeña falleció. Aun no puedo superar la imagen de verla muerta. Ha sido uno de los peores golpes que me ha dado la vida. Para muchos esto puede sonar exagerado, pero casi todos saben que ella era mi hija. Era todo mi mundo y que a raíz de la muerte de mi esposo, se convirtió en mi compañera. No podíamos estar una sin la otra.
El dolor que siento por su partida es enorme. Sé que me voy a recuperar y continuar, pero será un proceso lento y doloroso. Ahora que ya no tengo a mi esposo y a mi peludita, el mundo se me vino encima. Las cosas no tienen sentido y yo no quiero estar aquí.
Mi hijita perruna, que ya está descansando al lado de él. Porque después de mi, ella era quien más lo quería y quien también lo extrañaba mucho. Ya están juntos mis 2 amores y yo sola aquí intentando encontrar el sentido a todo esto.
Que descanse en paz mi peludita mugrosa, mi cochinta peluda, mi bebe, mi pequeñita hermosa, mi coffee mocha. La cual fue lo mejor que me pudo pasar en esta vida.