Faltan muy pocos días para la noche buena y aunque con el paso
del tiempo la festividad ya no me es tan importante, es imposible dejarla pasar de
largo e ignorarla. No es que me haya vuelto una grinch, pero de niña la navidad era lo que más esperaba, por los regalos y la comida. Me encantaba ir a las
posadas, caminar algunas cuadras entonando los cánticos católicos y con la
velita en mano, para luego pasar a romper la piñata. Como lo he dicho antes, yo
soy originaria del D.F. y en mi infancia, las piñatas se llenaban con fruta de la
temporada, pero aún así, todos los niños estábamos ansiosos por lanzarnos a
recoger lo que cayera. Luego esperar el tan ansiado "aguinaldo" que
traía alguna fruta, en especial una naranja o caña, cacahuates y algunas veces
galletas. Ahora que vivo en el norte del país, la tradición de la piñata es muy
distinta, la llenan de todo tipo de dulces, no de las colaciones. Los "aguinaldos" se llaman "bolos" y tienen dulces y hasta pueden traer una bolsa de frituras o palomitas. Que no le veo nada malo, ya que es algo que
también me encanta, pero como que las cosas que me tocó vivir de niña eran
mucho más sencillas y siento que más mexicanas.
Recuerdo que en la navidad del 2001, mi
familia se fue de vacaciones al D.F. y yo no pude ir con ellos porque acababa de empezar
a trabajar, así que durante una semana estuve completamente sola. El 24 lo recuerdo
como si fuera ayer, me fui al cine, a la última función que empezaba a las 10
pm, y vi "El señor de los anillos". Al salir ya era noche buena, pero yo solo
llegué a mi casa y a dormir. Tristemente no fue la única navidad
así.
Está navidad me gustaría pasarla con mis papás, pero mi esposo que
en los últimos años ha perdido a muchos seres queridos esta renuente a
celebrar. Aunque uno desee ignorar estas festividades, el ambiente huele a
navidad. Sales a la calle y todo está decorado, los anuncios, los negocios y la
gente.
A parte que nuestros amigos han empezado a hacer “posadas”, si acá
en el norte les dicen así a las reuniones que se hacen en estas fechas, no se
pide posada, no se reza y casi nunca se rompe la piñata. En fin, el norte es
muy diferente en la forma de percibir algunas tradiciones.
Yo deseo que esta navidad la pasemos en paz, que no haga mucho
frío (es un sueño, el clima está muy gélido) y que haya una rica cena en
nuestra mesa, no importan los regalos, este año deseo otras cosas que no son
materiales, en especial salud y mucho amor.
Todas las imágenes de este blog de la Navidad son mías y por último quiero compartirles a mi amor, a lo que más quiero, mi pequeña coffe :)
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