El mundo es mejor cuando uno es niño, no hay mayor preocupación
que la escuela.
Mi infancia fue divertida, a excepción de
la escuela, todo lo demás era felicidad. Y es que no era buena para el estudio
y no me gustaba ir a la escuela. Pero mis tardes eran lo máximo, sobre todo por
el repertorio de la televisión, ay que recuerdos cuando me sentaba a
ver los rescatadores, el mago de oz, Sandy bell, Lala bell, Candy, Heidi,
los cuentos del espejo y varios programas japoneses que pasaban en canal 11. A
parte de esto a veces mi abuelito pasaba por mis hermanos y por mi para
andar en bici o acompañarlo a comprar leche y pan. Ay en serio como es que
cosas tan sencillas me hacían tan feliz. Y no se diga lo que me encantaba jugar
con mis barbies, ay pasaba horas peinándolas y cambiándoles la ropa.
Los días que más me gustaban eran los
miércoles, ya que ese día se ponía un mercado sobre ruedas cerca de mi casa y
me gastaba el dinero que me daban mis papás en ropa para mis muñecas, y a las 6
de la tarde pasaban "Papá soltero", jajajaja si era mi serie favorita. Con que cosas tan sencillas puede ser uno tan feliz.
Uno crece y deja atrás la inocencia, y
todas aquellas simples cosas que nos hacían felices de niños. Pero gracias a
una serie de playmobil, con la cual me estoy volviendo adicta, jajajaja no se
si sea correcto eso, pero si te la pasas más de media hora buscando a los
muñequitos y recorres varias tiendas para poder comprarlos, no sé de que otra
forma llamarlo. Es que desde hace unos años esta marca de juguetes sacó una
serie de muñequitos armables, los cuales vienen en sobres cerrados y en los
cuales no puedes ver que figura trae adentro. Es emocionante el adquirirlo y
ver cual será la sorpresa, en las últimas semana mi esposo y yo hemos estado
adquiriendo estas figuras y cada día queremos más, es curioso como en 3 semanas
ya llevamos casi 12 y nuestra sed por estos muñecos no se extingue. Esa emoción
que me provoca abrir el sobre me hizo recordar lo feliz que me hacían mis
juguetes, el ir cada miércoles sin falta y comprarles un traje nuevo a mis
muñecas. No es como dicen los psicólogos, una regresión, más bien ahora
como adulto es darte un gusto que cuando eras niño a veces era complicado. No
me quejo tuve muchos juguetes pero algunas veces me quede con ganas de ciertos
muñecos y los playmobil están en esa lista. A parte algo que me encanta hacer con ellos es fotografíarlos, el buscar su escenografía o ambiente ideal según a su vestimenta. Es realmente divertido. Así que mientras la marca siga sacando series, creo que estaré buscándolas por todas
partes para sumar más figuritas a las que tengo en casa.
Es que tienen un encanto especial, no por nada mi esposo y yo elegimos a dichos muñequitos para que estuvieran en nuestro pastel de bodas.
Nuestros muñecos en el pastel |
Como les decía antes, he recorrido ya casi todos los centros comerciales de la ciudad buscando las series de colección y el otro día en una tienda le preguntó al chico que acomodaba el departamento de juguetes:
Yo: Hola, hay de los playmobil que vienen en bolsita sellada y metálica?
Chico: ¿Play que?
Yo:(Cara de sorpresa), olvídalo, gracias.
Chico: son nuevos?
Yo: ¡No!, tienen más de 30 años
Mi esposo volteó conmigo y me dice: Estamos viejos.
Le respondí: No, el chico no tuvo infancia, jajajajaja.
Mientras les comparto algunas fotos de los playmobil que he estado coleccionando en estos días.
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