Han pasado 2 meses y medio de su partida y lo extraño cada día más.
Todos dicen que con el tiempo el dolor va a ir menguando pero en mi caso es al
revés, cada día me duele y lo extraño más. Todas las noches antes de dormir,
por más que intento estar bien rompo en llanto. Me hace falta su presencia, me
hace falta su beso y su: hasta mañana.
El mundo siegue girando, los días pasan, las cosas no se detuvieron solo
porque él se fue. Yo tengo que continuar pero es tan difícil sola. Es tan
pesado con tantos recuerdos. Pero es peor con tantos planes que se
truncaron.
Trato de ser fuerte, de que la gente me vea bien, porque detesto que me
tengan lastima y compasión. Y me molesta que me digan: ¿qué tienes? ¿por qué
lloras? Son cosas que no se preguntan, estoy triste. Trato de no llorar frente
a los demás, pero a veces mis ojos están rojos o se ven muy pequeños porque en
ocasiones se me va el sueño y comienzo a recordarlo.
Para la gente es fácil decir: eres joven y vas a rehacer tu vida. Estoy
tan cansada de esos comentarios. Creen que puedo sacar de mi corazón al que fue
mi mejor amigo, mi esposo. El hombre que me volvía loca, que me encantaba. Del
que estaba perdidamente enamorada. Con el que aprendí un sin fin de cosas.
Siempre lo llevaré en mi mente y corazón.
La vida sigue, si, pero es tan duro cuando hay que sonreír aunque por
dentro uno está destrozado. Tengo que continuar aunque me cueste trabajo.
Todo me recuerda a ti,
Tu sombra sigue aquí.
Pues cada paso que doy,
Cada historia de amor,
Todo, todo me recuerda a ti.
Incluso el aire huele a ti…
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