Un año, 2 meses han pasado desde su partida. La gente dirá: ya pasó tu duelo y debes continuar, Se dice fácil.
He continuado con mi vida, con mi trabajo, pero a veces los recuerdos y su ausencia pesan y duelen. Hay días en que lo necesito mucho. Necesito escucharlo y darle un fuerte abrazo y tener su mano para sentir apoyo. El acostumbrarse a estar solo y dejar de contar en dos no es tan sencillo.
Tengo mis días buenos y malos. Días en los que me siento muy bien y otros en los que no aguanto estar sin él.
La vida no es tan agradable pero sé que con el tiempo la herida sanará y ya no me dolerá igual el saber que él se fue primero. Solo espero que no pasen años para poder volver a verlo.
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