En mi época de niña eso de buscar disfraz y pedir dulces no estaba tan de moda como ahora. Cada día esa "tradición" va creciendo por todo el país. No lo veo mal, pero lo que no me gusta es que los padres de ahora solo les inculcan a sus hijos el gusto por disfrazarse y pedir dulces pero no les enseñan nada sobre las Tradiciones Mexicanas de el Día de Muertos.
Creo que al estar tan cerca de los Estados Unidos es normal que haya cosas de esa cultura que se copien en México, pero no debemos olvidar nuestras raíces.
En lo personal a mí me gusta mucho todo lo que tiene que ver con la celebración del Día de Muertos, es una fiesta llena de color, aroma y sabor. Es una fiesta, un tributo para todas aquellas personas que se nos adelantaron en el camino. El demostrar que no los olvidamos y que siguen siendo importantes para nosotros.
El altar de muertos es todo un arte y un ritual que combina las tradiciones indígenas y con la colonización se mezclo con la religión católica. Todos los elementos que lo componen tienen un significado que hace ver lo rico e interesante de nuestra cultura. La mariposa que representa el proceso de resurrección, la paloma son las acciones buenas y la lagartija las malas. El perro que es quien ayudará al difunto a pasar al otro mundo. Me parece muy interesante todo esto.
Lo que más me gusta de estos 2 días (1 y 2 de Noviembre) es la comida, si, el delicioso pan de muerto, las calaveritas de azúcar o chocolate, un buen chocolatito caliente para acompañar esto, en un marco de color, con los papeles picados y las flores de cempasúchil. Es algo que hace de esta fiesta algo especial.
Es por eso que ya me estoy alistando para ir por un pan de muerto, unas calaveritas de chocolate y algunos dulces típicos. No pondré altar porque ya se me vino el tiempo encima, pero si hice mi catrina (muy emocionada por eso ya que en 15 días aprendí a hacerla) para con ese pequeño detalle empezar a celebrar a todos aquellos seres queridos que ya se me adelantaron en el camino.
No hay comentarios:
Publicar un comentario